Irina Durán Martínez

Vocera Fundación Vivas y Libres

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¿Qué ha significado para ti trabajar con mujeres?

Mi trabajo con mujeres me da la posibilidad de reparar una historia, una memoria de la cual soy parte yo y todo mi linaje. También significa una posibilidad de crear mucha más apertura, de visibilización de las distintas temáticas que sufrimos las mujeres sólo por el hecho de nacer mujeres.
Significa también dejar algo en concreto para mis dos hijas y sentir que estoy aportándoles a su camino. Quizás son cosas un poco invisibles, pero que si las hubiese tenido, habría mucha lucha que no hubiese tenido que hacer y hubiese avanzado, quizás, más liviana en la vida. Y eso mismo, expandido a la mayor cantidad de mujeres posible y niñas, también.

 

¿Qué has descubierto trabajando con mujeres?

Al trabajar con mujeres he descubierto el gran poder que tiene la mujer por sí misma y las mujeres en colectivo. Creo que es algo que es muy importante de visibilizar, de rescatar, porque es justamente lo que nos han quitado, el poder personal, el poderío interno, esa capacidad que tenemos de crear, de sostener, de resolver, de acompañar. Tenemos un montón de cualidades que no sólo tiene que ver con lo que nos dice el sistema y la cultura de lo que es lo femenino, que es lo más dulce, suave, más tierno. No. También tenemos un poder muy fuerte, interno, que es capaz de sostener, de crear, de reconstruir. Entonces, esa conexión con ese poder es lo que me he descubierto al trabajar con mujeres y lo he podido compartir para que otras mujeres lo vayan rescatando. Pero es un proceso, porque estamos todo el día inmersas en un sistema que está todo el tiempo tirando para abajo.

 

¿Cuál es tu mayor logro en el trabajo que realizas con mujeres?

Yo soy psicóloga y trabajo con mujeres en terapia, y cuando veo que una mujer logra sentirse a sí misma, cuando logra volver a conectarse con ese poder que mencioné anteriormente, siento que hay un logro importante, no sólo mío. Es decir, yo veo un logro en esa otra mujer y que, en el fondo, vamos juntas haciéndolo, es una construcción, donde yo soy como un puente para que ella pueda acceder a eso. Y claro, aunque eso sea en una sola mujer, es un logro, un logro importante.

 

 

¿Cómo describirías a las mujeres de tu territorio?

Considero que la mujer de Viña del Mar tiene una energía que está dada por la geografía. Las personas tienen que ver mucho con la geografía donde viven, entonces, si bien no somos un país tan expresivo como el Caribe, por ejemplo, el hecho de tener cerca el mar – que tiene una energía bastante femenina, de las aguas – creo que la mujer viñamarina también tiene eso que da el agua, es decir, es muy emocional, tiene esa conexión, como con la naturaleza y, creo, que es importante despertar esa parte salvaje de la mujer viñamarina.

 

¿Cuándo, dónde o con quiénes te sientes fuerte?

Yo me siento fuerte cuando estoy entre mujeres, sin dudas, y da lo mismo el lugar, la verdad, es estar en el colectivo. Y estas otras mujeres pueden ser mujeres, incluso, que no conozco, mujeres de mi familia, mis hijas, aunque son más chiquititas, ellas me entregan una fuerza increíble que tiene la infancia, que tienen las niñas en la infancia. ,

 

¿Cuál es tu sueño para las mujeres de Viña del Mar?

El sueño que tengo para las mujeres de Viña del Mar es que podamos ser mucho más libres en nuestra expresión, que podamos seguir nuestros sueños sin tener tanta dificultad para poder alcanzarlos. Sueño con que haya mucha más igualdad, equidad y que las infancias también podamos visibilizarlas, que haya infancias libres, en las que las niñas puedan tener las mismas oportunidades que los niños.